1. Introducción.
Afortunadamente son escasos los maltratos entre alumnos, pero en alguna ocasión han existido. Agresiones y amenazas entre algunos alumnos, robos, temor a venir al centro... son situaciones que, aunque aisladas, nos hemos encontrado.
Estas situaciones, también llamadas
bulling son difíciles de detectar, sobre todo las que se refieren al acoso o maltrato entre iguales.
Las manifestaciones de acoso entre iguales son de muy diversa índole: chantaje económico, coacciones, aislamiento, violencia psicológica...
"Un alumno es agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos" (Olwedus,1998)
Existen tres factores básicos para que se considere que existe acoso o maltrato entre alumnos:
1. Ha de existir una víctima (indefensa) atacada por un abusón, o grupo de abusones. Es una relación de poder.
2. Debe suceder durante un periodo de tiempo prolongado y de forma repetida.
3. La naturaleza de la agresión puede ser física, verbal o psicológica.
2. Si sospecho que un alumno sufre maltrato.
Debo sospechar que un alumno sufre maltrato cuando:
- Observo cambios de actitud: tristeza, depresión, falta de autoestima, aislamiento, poco comunicativo...
- No quiere mantener relaciones con compañeros, o éstas son escasas o nulas.
- Le desaparece material, libros... con frecuencia
- Se queja de ser insultado, burlado, agredido...
- Rehuye encontrarse por la calle con personas del entorno escolar.
- Recibe abucheos repetidos.
- Le roban objetos: ropa, mochilas, cuadernos, libros, etc.
- Se produce una sumisión incondicionales a otros alumnos.
- Absentismo escolar.
- No participa en salidas del grupo en actividades extraescolares.
- Aparecen pintadas del nombre de un alumno en puertas y paredes.
- Muestra evidencias físicas de violencia y de difícil explicación.
Debo fijarme en:
- La relación en los pasillos.
- La relación en el patio.
- El momento de entrar y salir del instituto.
¿Qué puedo hacer?
- Intervenir sin dilación sobre los protagonistas y sus sentimientos: sobre la víctima, el agresor y los espectadores.
- Hacer conscientes a los involucrados desde el primer momento del daño y perjuicio que actos humillantes pueden causar en una persona.
- Comunicar los hechos al tutor, en su caso, para que se canalicen a través de el todas las medidas.
- Trabajar en tutoría, en su caso, los temas siguientes:
• La violencia escolar, pasando al principio un
cuestionario o realizar un test sociométrico. a los alumnos, anónimo, para que podamos conocer la actual y, en su caso, prevenir esta problemática.
• Reacción ante las situaciones conflictivas.
• Favoreacer las relaciones positivas.
- Aplicar castigos proporcionalmente al acto violento.
- Derivar inmediatamente hacia el estamento que mejor pueda resolverlo, Jefatura de estudios o Departamento de orientación, para que tome las medidas oportunas.
- Proponer al Claustro para que si considerea oportuno iniciar un programa a nivel general de centro.
3. Si creo que un alumno puede estar ejerciendo maltrato.
Debo sospechar que un alumno está ejerciendo maltrato cuando:
- Mantiene comportamientos agresivos:
. Ejerce maltrato
. Realiza bromas pesadas
. Manifiesta ira descontrolada por razones poco significativas
. Insulta y amenza a sus compañeros.
- Ignora los derechos de los demás.
- Mantiene una intolerancia y actitudes prejuiciosas a las diferencias de los demás.
- Se muestra enfadado con frecuencia, impaciente y emplea tonos despreciativos en sus valoraciones sobre los demás.
- Se siente con frecuencia insatisfecho, sin motivación para trabajar con los demás.
- Trata de imponer sus criterios utilizando la agresividad verbal o física.
- No controla sus reacciones.
- Tiene un historial previo de problemas de disciplina y de violencia.
- Pertenece a pandillas violentas.
- Tiene peleas con los compañeros y/o familiares.
- Destruye el material de los compañeros o del centro.
- Poseee objetos que pueden ocasionar violencia.
- Realiza amenazas para hacerse daño así mismo o suicidarse.
- Suele ser fuerte físicamente.
- Posee escasas escasas habilidades sociales.
- Tiene dificultades para seguir normas.
- Mantiene relaciones negativas con los adultos.
- Ofrece bajo rendimiento escolar.
- Nula capacidad autocrítica y alta autoestima en aspectos no escolares.
¿Qué puedo hacer?
- Hablar directamente sobre lo que está pasando.
- No ocultar la información o la sospecha que se tiene y afrontar la situación.
- Informarle claramente y sin concesiones de que estas situaciones deben pararse y que es su deber reparar los daños y cambiar su actitud.
- Ponerte en contacto con el instituto, a través del tutor, departamento de oreintación, Jefatura de Estudios, para conocer con detalle su actitud en relación con los compañeros.
- Indagar sobre su participación en grupos que actúan impunemente y comunicarle que debe de romper ese tipo de vínculos saliendo del grupo si es necesario.
- Ofrecerle tu ayuda para que pueda modificar la situación social en la que se encuentra.
- Hacerle ver que esas conductas son dañinas y peligrosas tanto para las víctimas como para él y que este problema nos preocupa tanto o más que el rendimiento académico y que nos sentimos en la obligación de atajarlo.
- Nuestra actitud debe de ser firme y decidida de rechazo hacia esos comportamientos, sin necesidad de incluir la amenaza ni la violencia.
- Dejarle claro que los pasos que damos son precisamente porque nos preocupa y porque nos sentimos obligados a hacerlo para mejorar su desarrollo personal.
- Hay que obligarle a reparar los daños.
- Una vez puestas las medidas, observar cuidadosamente los posibles cambios.